miércoles, 28 de septiembre de 2011

La vejiga de la autoridad

Dos días llevo con el proyecto, es decir, desde el lunes, que fue el primer día de clase. He descubierto una cosa: mis profesores no hacen pis. No es un asunto baladí.

La clase duró de nueve y media de la mañana a tres de la tarde. En todo ese tiempo ni uno solo de los siete profesores que había en el aula se levantó ni una sola vez. Ninguno tuvo hambre, ninguno hizo pis, ninguno tuvo sed. Son ángeles.

Yo, en cambio, soy de lo más terrenal. En ese tiempo me escapé de clase varias veces. Una para comer, una para beber, dos para ir al baño, y otra más por hacer compañía a un amigo. La cantidad de cosas que dejé de aprender durante mis ausencias nunca lo sabré.

Esto supone una clara desventaja respecto a mis compañeros, ninguno de los cuales parece tener ninguna necesidad fisiológica inminente. Así pues, a menos que algún alma caritativa me haga un resumen, temo el momento en el que me pregunten: "pero tú, Itziar, ¿no estabas cuando explicamos que en Egipto no llueve?" y tener que contestar: "yo no, señores, yo es que meo".

5 comentarios:

  1. ¿Cómo vas? Yo cuatro rayas, no llegan a líneas las pobres...

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  2. Nini, eres un crack! Isabeldeliquidambar

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  3. Isabel, si ya no soy nini ¡No ves que voy a clase y todo!

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