miércoles, 23 de mayo de 2012

(Algunos) del siete (y Perera)


Los del siete no van a ver un espectáculo, a intentar disfrutar. Van a reivindicar su posición dominante en el escalafón del aficionado. Cuando hablan de Perera hablan, en realidad, de sí mismos. Les preocupa atenerse estrictamente a la ortodoxia, a la verdad. Exigen que todos los demás nos atengamos a ella por encima de todo y luchan con uñas y dientes para que se sepa, se oiga, se reivindique. Miden su concepto de sí mismos por si se atienen, o no, a esta ortodoxia.

Otorgan a esta defensa de su concepto la misma importancia que el común de los mortales otorgamos, por ejemplo, a la seguridad de nuestros hijos. 

Señores, por dios, relájense, que el toreo no es para tanto. Si mi madre supiera de toros le llamaría a esto "misplaced seriousness".

PD: Saliendo del tendido bajo siete, donde me encontraba, escuché a un aficionado que comentaba "es que Perera ha hablado más de la cuenta" refiriéndose a ciertas declaraciones del diestro en las que arremetía contra el siete, como si ello justificara los abucheos en el momento en que se preparaba para entrar a matar.

PD2: Ayer no me atreví a mandar cierto mensaje a cierta persona, así que aprovecho que estoy parapetada detrás de la pantalla. Al aficionado con boina y gafas de sol que fumaba puros y se encontraba sentado entre dos jovencitas en aproximadamente el asiento 16 de la fila 10 del tendido bajo siete: es usted gilipollas. 


Y perdón por el post borde, queda prometido que el próximo será optimista, porque luego mi amiga Natalia me dice que solo le digo cosas malas, y yo no quiero ser pesimista, como los del siete, sino optimista, como los del cuatro.

EDITO: Mi amiga Elena, (con quien compartí la tarde de ayer) me pide que añada que el señor al que me refiero en la segunda postdata pronunció al final de la faena al quinto la siguiente frase: "es normal, tanto salir por las noches este golfo"

Foto: Estocada de Perera. Juan Pelegrín para www.las-ventas.com