martes, 14 de junio de 2011

El tercio de varas, nivel uno

Para Penny

¿Qué es el tercio de varas?

Escribo este post por dos motivos. Primero porque lo prometido es deuda y segundo porque más vale tarde que nunca. Que yo dé lecciones de tauromaquia no deja de tener gracia, pero dada la complejidad de la pregunta creo que me voy a lanzar, todo sea por Penny (a la que, sospecho, no interesa demasiado la pregunta anyway...)

Supongamos, Penny, es mucho suponer, que una tarde vas a lo toros. Eso que vas a ver es una corrida. Una corrida tiene seis toros. Cada bicho se torea según un rito con mogollón de normas super estrictas y ancestrales y según unos tiempos igual de rígidos. Pues bien, cada toro tiene tres tercios. El primer tercio es el tercio de varas. Es decir, en una tarde verás seis tercios de varas.

Los tercios son el de varas, el de banderillas y el de muleta.

En el tercio de varas el picador (un señor que monta un caballo que va muy protegido con unas telas) pica al toro. Es decir, le pincha con una especie de puñal con un palo muy largo. Le pica una o dos veces dependiendo de la plaza, del toro y de lo que le indique su jefe, el matador. El fundamento de esto (creo) es que el toro se desfogue, pierda fuerza y aprenda a bajar la cabeza. Además sirve para ver como embiste el toro (por ejemplo si se obsesiona con el caballo o por el contrario pasa de él). Esto es lo necesario del tercio de varas, y es harto complejo como bien pudiste ver en mi post anterior.

Lo voluntario del tercio de varas es el toreo con el capote. Esta clase de toreo tiene mucha ciencia y mucho léxico pero como en la práctica no ocurre nunca vamos a decir que no entra en el examen. Dicen que no se hace nunca porque entonces se desperdician capotazos y el toro no llega al último tercio, el de muleta, que es el más importante. Es decir, que el toro se cansa.

Y ya está. Eso es el tercio de varas. Esto es lo que yo he conseguido aprender después de un mes de curso intensivo. Sospecho que tiene mucha más ciencia que esta, pero no lo sé seguro porque para que a uno le dejen entar en la plaza ha de fingir entendimiento, así que no lo he podido preguntar. Además no sabría a quién, pues no conozco la manera de distinguir a los sabios de los que, como yo, simplemente fingen.