lunes, 4 de febrero de 2013

La realeza y la familia



España va mal pero podría ir peor.

He encontrado razones para tenerle simpatía a la monarquía en el lugar más insospechado. El secretario de las infantas, Carlos García Revenga, ha sido imputado en el caso Nóos. La Casa Real pidió 24 horas para meditar su decisión y al final decidió no despedir a su empleado.

Los motivos que esgrime son de índole personal. Es una persona de su total confianza, que lleva veinte años en la Casa, que fue profesor de la Infanta Elena ya en su infancia. Cuando Elena necesitó clases particulares a domicilio en el colegio fue a él a quien se llamó. La madrina de uno de sus hijos es la infanta Cristina (¿o es al revés?).

Carlos García Revenga simplemente es como de la familia. Es generalizado en España apoyar a la familia. De hecho, es la red informal de solidaridad entre familia y amigos la que mantiene al país a flote en plena crisis. 

Las infantas, al mantener al secretario en su puesto, no han hecho sino mostrar una de las mayores virtudes de los españoles: apoyar a tu gente, aunque ello te cueste caro. Y eso, mirad por dónde, me parece digno de admiración.

Luego diremos que la realeza no es como el pueblo.