martes, 3 de julio de 2012
Palabras
Así que cuando Cora Tull me decía que yo no era una auténtica madre pensaba en cómo las palabras suben derechas en una fina línea rápida e inofensiva, y de qué modo terrible los hechos se quedan a ras de suelo, pegados a él de modo que al cabo de un rato las dos líneas estás tan separadas que una persona no las puede pisar a la vez; y que pecado y amor y miedo sólo son sonidos que las personas que nunca pecaron ni amaron ni tuvieron miedo usan para eso que nunca sintieron y no pueden sentir hasta que se olviden de las palabras. Como Cora que ni siquiera sabía cocinar.
Addie, "Mientras agonizo", Faulkner.
PD: ¿Me habéis echado de menos?
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Yo no.
ResponderEliminarLa condesa de Estraza