viernes, 18 de mayo de 2012

Castella


Un pequeño apunte confuso de ayer:

¿Qué clase de precedente sienta elogiar a un hombre por no irse a la enfermería? Ayer le dimos la oreja por quedarse en el ruedo, ¿no? Que sí, que él es torero y no estaba tan mal, que quería el triunfo, que esto es Madrid, que bla bla.

Pero, ¿disfrutásteis del espectáculo? ¿de la faena? Mientras Castella toreaba y su mancha de sangre se iba haciendo más grande ¿qué sentisteis que os gustó? ¿qué es lo que os pareció encomiable?

Carezco de argumentos para explicar por qué no me gustó, no es una cosa razonada. Hubiera querido bajar corriendo, darle un abrazo a Castella y luego echarme a llorar.

Foto: Juan Pelegrín para www.las-ventas.com

PD: ¿Me recomendáis que me cambie de afición?


2 comentarios:

  1. Amiga Itziar y perdón por tomarme esa libertad sin conocerte personalmente. Sobre tu post, opino que no tienes porqué cambiar de afición. Esta afición para mí, en cuanto a todo lo que la rodea está conformada de sentimientos, unas veces se tienen y otras no, o mejor dicho, unas veces llegan y otras no; y como tu dices, no se puede explicar el porqué.
    Aquí se rie, aqui se llora, aqui se siente y otras veces te quedas impávido, hoy por desgracia las más de las veces. Estamos en una sociedad demasiado sentimental a veces y para algunas cosas, engañosa en otras, ya que parece hay quien quiere huir de la sangre y la muerte; siendo precisamente una de las condiciones que hay en juego en una tarde de toros. Un saludo Itzíar, y sigue con esta afición, al final del camino siempre se saca algo positivo.

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  2. Gracias por el comentario, J. Tomo nota.

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