lunes, 12 de marzo de 2012
Los toreros mediáticos (elogio de la frivolidad)
Por fin lo he entendido. Existen dos bandos.
Los buenos son minoría aunque moralmente superiores. Son aquellos que realmente entienden quién sabe torear y qué toros son buenos (casi nadie y casi ninguno, respectivamente).
Los malos son rematadamente tontos y además carecen de criterio. Sin embargo, como son mayoría, llenan las plazas por pura fuerza común, solamente van a ver a aquellos que salen en el hola, pues es el único medio de comunicación que conocen. Como la línea editorial del hola obliga a sacar solamente a aquellos de entre los toreros que sean rematadamente malos, podemos concluir que, si la plaza está llena la corrida es mala.
Y eso es todo, ironía abundantemente #on.
Hay dos cosas que me resultan profundamente ofensivas de este planteamiento.
La primera, ofensiva para los toreros. Que uno por ser “mediático” sea malo. Todo el mundo tiene más de una cara, más de una faceta. Casi siempre muchas. Todas las personalidades son complejas, poliedros de muchas caras que no siempre se ven simultáneamente pero que existen y se manifiestan. Así pues, la misma persona puede ser capaz de lo más frívolo y de lo más profundo, incluso el mismo día, incluso a la vez. Denostar a nadie por su parte frívola, como si esta fuese menos parte de la vida que las demás me parece ridículo.
La segunda es profundamente ofensiva para el público general. Ese que ha de ser considerado tonto. Considerar que hay razones buenas y razones malas para ir a los toros es una chorrada soberana. El público es soberano y aprecia lo que a él le da la gana del espectáculo que se le ofrece. Así, por ejemplo, si alguien fue ayer a Valencia porque Fran Rivera es guapo, es un motivo estupendo. (Además de que la belleza no es precisamente un tema menor.)
El toreo es un arte y como cualquier arte tiene muchos niveles de complejidad superpuestos. Unos son más evidentes que otros. Tiene significados explícitos y significados ocultos. Cada uno es libre de apreciar la parte que elija, o la que entienda, de semejante riqueza, pues todas ellas están a disposición del respetable.
La parte más compleja es, evidentemente, la más difícil de entender. Requiere más tiempo y esfuerzo y por lo tanto la entiende menos gente. Esto no solo es lo normal, sino que no veo cómo pudiera ser de otra manera. Veo imposible acercarse a este arte (o a cualquier otro) desde la complejidad, al contrario, uno empieza acercándose a las claves que le son evidentes, accesibles.
A mi entender, si hoy decidiéramos prohibir a la gente ir a la plaza por razones “equivocadas” mañana no quedarían aficionados “de los buenos”. Así pues, sea bienvenida la frivolidad, vengan a los toros las marujas, que las marujas de hoy serán las aficionadas del mañana. No hay nada intrínseco a las lectoras del hola que les impida comprender y apreciar la complejidad de este arte (excepto, quizás, los vecinos de localidad que las miran mal porque ¡oh, pecado!, comentan lo guapo que es el maestro).
Foto: Un hombre que es perfectamente capaz de torear y al mismo tiempo salir en el hola e incluso realizar otras muchas actividades de diferente índole. (y una mujer que no dudo que también es perfectamente capaz de simultanear su presencia en el hola con otras tantas actividades). ¿El Juli no es mediático? ¿Cayetano no es mediático? ¿Manzanares no es mediático? ¿Y Ponce?
PD: Ya me hubiera gustado a mi opinar sobre la corrida en sí, pero ni tengo el plus (todavía), ni soy de Valencia, ni he conseguido piratear la señal.
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Estoy en total desacuerdo contigo esta vez. En un momento en el que la Fiesta está de capa caída, creo más necesario que nunca buscar y preservar la calidad de la Fiesta y alejarse de la vulgaridad, porque puede que El Fandi, el Cordobés, y Paquirri llenen la Plaza ese día, pero es que las Plazas no viven de una o de dos corridas, viven de los aficionados que van regularmente a la plaza y más aún de los que pagan anualmente su abono.
ResponderEliminarNo creo que la diferencia esté entre los toreros mediáticos y los no mediáticos, está entre los "toreros" de circo, y los toreros. El Fandi, será muy majo, da 18 volteretas antes de poner un par de banderillas y si hace falta hace la gracia y se pone a picar, pero no le he visto todavía dar un pase medianamente aceptable, y le he visto poner pocas banderillas encarando de frente al toro. Paquirri, es la ley del mínimo interés y esfuerzo, y cada vez que viene a Madrid sale como sale, y junto con el Cordobés llevan años sin pisar Las Ventas, para nuestro alivio.
Hay toreros malos, pero se les ve toreros porque tienen interés, muestran valor, no hace frivolidades en el ruedo y tienen respeto por el toro y por el público. Pero luego están los que se creen que esto es un circo y que aquí lo que interesa es dar espectáculo bonito y florido, y es que el toreo si dejamos que sea sólo un espectáculo bonito y con florituras nos va a durar dos telediarios, porque entonces hasta yo defiendo que es inútil matar a un toro en una plaza si es para que el torero se pueda lucir dando volteretas.
Sinceramente yo creo que en plazas de primera categoría debería tenerse más cuidado con quién se trae, y hay ciertos toreros que no deberían pasar a una plaza de primera, y por lo menos si lo hacen , los presidentes deberían saber un poquito de toros y no dar trofeos por ofrecer toreo florido pero de muy mala calidad.
También tengo que decir que el toreo de buena calidad no es aburrido, yo no he visto a una plaza emocionarse con El Fandi, aplaudir si, pero emocionar como he visto hacer a Luis Francisco Esplá o Alejandro Talavante en Madrid, eso nunca, y eso es toreo del bueno, y gusta tanto a las marujas como a los más entendidos.
saludos
Hola Álvaro. Gracias por el comentario. No sé si estamos tan en desacuerdo. Estoy contigo en que el Fandi conmueve menos que Talavante (o nada en absoluto). Solamente entretiene, pero ¿y qué? Eso también vale, ¿o no? Creen que interesa dar un espectáculo "bonito y florido". Bueno, no pasa nada, de todo tiene que haber en la viña del señor...
EliminarDices que es más "necesario que nunca buscar y preservar la calidad de la Fiesta y alejarse de la vulgaridad". Esa es, desde luego, una vía posible, no sé si la buena. A mí no me importa que haya de todo, y creo que aquí cabemos todos, pero qué se yo, igual no.
Gracias por el comentario, me ha hecho mucha ilusión.
Pues compare Vd. a un sacerdote de una religión antigua con un equilibrista, haciendo posturas en el cirdo, y lo entenderá.
ResponderEliminarLe aconsejo que antes de hablar de Toros escuche a los Aficionados.
Hola, gracias por el comentario. Eso es exactamente lo que quería decir, que aquí cabe todo. Los sacerdotes y los equilibristas. Los dos. Creo yo.
EliminarPor otra parte la verdad es que procuro escuchar mucho a los aficionados (los pocos que conozco), aunque mientras tanto voy hablando (por no callar).
Como digo, conozco pocos aficionados y la mayor parte de las veces no me atrevo a hacer preguntas (por temor a que sean estúpidas).
Si tiene usted alguna sugerencia para que aprenda yo más rápido le ruego me la haga llegar. Ya me gustaría a mí ser Aficionada, pero hombre, nadie nace sabiendo.